La muerte de Sakyo no significó el fin de los problemas para Urameshi y sus amigos. Todo parece indicar que algunos seguidores de Sakyo intentan construir un túnel desde el Mundo Humano que comunique con el Mundo Infernal, a través del cual podrán cruzar los más terribles demonios, incluso más poderosos que los Toguro. Sin embargo, una fuerte barrera espiritual en la frontera entre ambos mundos está impidiendo que tal proeza se cumpla, y solo Kuwabara tiene el poder capaz de destruirla. En tanto, Urameshi y sus colegas deben evitar que el agujero termine de completarse y descubrir quién realmente está atrás de todo esto y por qué un humano querría destruir a los de su propia especie.